La brecha salarial de género se define como la diferencia entre los ingresos medios de hombres y mujeres en relación con los ingresos medios de los hombres. Desde que existe trabajo remunerado siempre ha existido una diferencia salarial entre hombres y mujeres. Cabe mencionar que la diferencia entre los ingresos de mujeres y hombres se ha reducido con el paso de los años, solamente que no al punto que se esperaba.
Todavía existe una diferencia significativa en la forma de pago de hombres y mujeres. La brecha salarial descontrolada entre hombres y mujeres, que toma la proporción de ingresos medios de todas las mujeres a todos los hombres, disminuyó en US$0.05 desde 2015. Sin embargo, las mujeres aún ganan solo US$0.79 por cada dólar que ganan los hombres en 2019.
Lo que a menudo se pierde en la traducción es lo que realmente representa la brecha salarial incontrolada: que las mujeres tienen menos probabilidades de tener trabajos de alto nivel y mejor remunerados que los hombres. Existen barreras estructurales que impiden que las mujeres avancen en el lugar de trabajo; esto es lo que llamamos la brecha de oportunidades.
La brecha salarial de género controlada, que controla una serie de factores, como el título del trabajo, los años de experiencia, la industria y la ubicación, de modo que la única diferencia entre los trabajadores es su género, se redujo en solo US$0.008 desde 2015. Las mujeres ahora ganan US$0.98 por cada dólar que un hombre equivalente hace.
Además, cuando discutimos la brecha salarial de género, es importante recordar que las mujeres no son un grupo homogéneo: las mujeres de color enfrentan un conjunto diferente de barreras para obtener un salario justo y avanzar en el lugar de trabajo en comparación con las mujeres blancas.
Entre enero de 2017 y febrero de 2019, casi 1.8 millones de personas respondieron la encuesta salarial en línea de PayScale, brindando información sobre su industria, ocupación, ubicación y otros factores compensables. También brindaron información demográfica, incluyendo edad, género y raza. Esta muestra fue utilizada para proporcionar información sobre la brecha salarial de género controlada y no controlada. Para el análisis por raza, solo se buscó a aquellos con al menos una licenciatura.
Las brechas de género son omnipresentes en todos los ámbitos de la vida económica e implican grandes pérdidas en términos de productividad y niveles de vida para las personas afectadas y la economía. Este nuevo informe de la OCDE se centra en la mejor manera de cerrar estas brechas de género en cuatro grandes encabezados: 1) Igualdad de género, normas sociales y políticas públicas; e igualdad de género en 2) educación; 3) empleo y 4) emprendimiento.
Los mensajes de política clave son los siguientes:
- La mayor igualdad de género en el logro educativo tiene un fuerte efecto positivo en el crecimiento económico de los países, ya que de los 5 primeros países, 4 ocupan posiciones altas en relación al PIB mundial
- Los estereotipos deben abordarse en las elecciones educativas en la escuela desde una edad temprana. Por ejemplo, adaptar estrategias y material de enseñanza para aumentar la participación de los niños en la lectura y de las niñas en las matemáticas y las ciencias; alentar a más niñas a seguir cursos de ciencias, ingeniería y matemáticas en educación superior y buscar empleo en estos campos.
- El cuidado de niños bueno y asequible es un factor clave para una mejor igualdad de género en el empleo. Pero el cambio también tiene que suceder en el hogar, ya que la mayor parte del trabajo doméstico y el cuidado se deja a las mujeres en muchos países.
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