A diario usamos nuestro navegador favorito para entrar a nuestros servicios Web. Muchas de las cosas que antes hacíamos con aplicaciones nativas ahora las hacemos mediante aplicaciones Web. Algunos tienen su explorador con 5, 7, 10 y más pestañas acumuladas de los sitios que están visitando o consultando. Muchas veces esas pestañas son para el correo electrónico, Facebook, Twitter, Google+, (ponga la red social de su preferencia aquí), servicio de streaming de música, HD.com.do :), Wikipedia, alguna página informativa, entre muchas más.
Sin embargo, en ocasiones a uno le puede venir a la cabeza usar alguno de esos servicios Web como si fueran aplicaciones independientes, que estuvieran de forma nativa en el sistema. ¿Qué podemos hacer si la página que visitamos no tiene un cliente nativo que podamos usar? Ahí es donde entra en acción Fluid. Este es un pequeño programa diseñado para OS X, el cual convierte cualquier dirección Web en una aplicación de escritorio con capacidad de correr desde nuestro dock.
Su funcionamiento no puede ser más sencillo: cuando abres el programa, sólo tienes que pegar la URL del sitio que te interesa, eliges el lugar en tu Mac en donde quieres que esté la aplicación, seleccionas un ícono personalizado o utiliza uno por defecto y listo. Fluid soporta además exploración por pestañas y listas blancas o negras de navegación.
Fluid es totalmente gratuito y te permite crear todas las aplicaciones que quieras, pero si quieres producir aplicaciones con almacenamiento de cookies separadas, anclar alguna aplicación en la barra de estado de Mac OS X, usar Userscripts o Userstyles y la función de pantalla completa de OS X Lion, es necesario pasar por caja y pagar US$4.99.