Arthur Bishop (Jason Statham) es un asesino de alto nivel, de los que son conocidos como mecánicos, que pueden borrar a cualquiera de una manera bastante limpia que ni los CSI de Las Vegas pueden resolver.
Las cosas empiezan a ponerse extrañas cuando su mejor amigo Harry, el pana que lo metió a él en esto, es asesinado. Ahora Bishop quiere buscar a los responsable de la mueste de su amigo y lambérselos.
El hijo de Harry quiere unirse a Bishop para buscar a los responsables, y aunque él es una gente que prefiere trabajar solo deja que el hijo de Harry también entre en acción.
Ahora están juntos un asesino sumamente metódico con uno que es impulsivo pero como quiera hacen un equipo bueno de sicarios.
Cuando se están acercando a su objetivo es obvio que las cosas no pueden ser tan fáciles ni porque sean John McClane.
Si uno quiere darse una buena dosis de plomo y testosterona entonces lléguele a esta película. Le doy 7 de 10.
