Hace unas semanas pasé frente a Musicalia y me puse a pensar en como sería que ellos todavía podían existir en un país donde todo el mundo ha dejado de comprar CDs y DVDs originales para comprarlos pirateados o simplemente bajarlos de Internet. Como ahora Twitter es una extensión de los pensamientos de uno de una vez escribí «Ya la gente no compra ni CD ni películas… alguien me puede decir de que vive Musicalia???» (link) y de inmediato los retweets y respuestas sobre el tema empezaron a salir sobre ese tema.
Da la casualidad que apenas unos días después, el 23 de febrero, salió en Diario Libre la segunda parte de un artículo que trataba este tema, donde dice como subtitular «Musicalia, la más importante casa de venta de discos del país, tiene que reinventarse». Pero la razón por la que cito este artículo y estoy hablando de este tema es por una opinión del dueño de Musicalia que me abrió los ojos y tiene muchísima razón. El explica que «la forma más fácil de parar la piratería la tiene el gobierno. Aquí no se manufacturan CDs en blanco. Basta con investigar quienes son los grandes importadores de CDs en blanco y cajuelas de CDs. Los grandes importadores deben tener las facturas de a quienes venden esas cantidades».
Eso es así, si un tiguere que no es dueño de una tiene agarra y compra 5 mil CDs en blanco hay que caerle atrás a ver que es lo que va a hacer con todos esos discos y lo más probable es que sea para piratear.
Pero como ahí no hay ninguna recaudación que pueda hacer el gobiernos entonces eso sabemos que se va a quedar ahí. Ahora, si en ese mercado hubiera un buen dinero en impuesto les aseguro que tuvieran mano dura con el asunto.
