George Falconer (Colin Firth) es un profesor universitario de unos 50 años que ha perdido el sentido de su vida luego de la muerte de su novio Jim.
George se mantiene recordando el pasado y tratando de ver si el futuro tiene algo para él, mientras vemos como, durante todo un día, el va pasando cosas que por momentos le van postergando el deseo de suicidarse que se nota que tiene.
El es consolado por Charley (Julianne Moore) quien también tiene sus propios problemas entre el pasado y su futuro.
Algo que me gustó, no se por qué, es que la película se pone con colores medio ténues, y cuando llegan uno de esos momentos en que George tiene luz en su día y su frustración desaparece, la película vuelve y toma color gradualmente, es como una especie del juego “frio o caliente” entre suicidarme ahora o dejarlo para más adelante y ver que sucede.
Colin Firth fue nominado a los Oscar como mejor actor por esta película. Para mucha gente este tipo de películas puede resultar aburrida porque se apoya totalmente en los momentos, la actuación, los diálogos y hasta en los tonos de los colores a mi entender.
El final es solo para decir “mieeeeeeeee……”. Le doy 7 de 10.
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