Lo que comenzó como cualquier tranquilo domingo se convierte en una pequeña aventura de inventos para dos jóvenes, no tan jóvenes, que están solos en casa. Equipados con lo necesario para pasar la tarde, juegos de video, estos jóvenes no contaban con que la luz les haría una mala jugada. Empeñados en que lo único que querían hacer era seguir jugando, buscan la manera de pasar el tiempo en lo que esperan el regreso de la energía eléctrica. Tratando de lidiar con la ansiedad y la desesperación, empiezan a relacionar todas sus acciones con los juegos de video a través de los sonidos. Por: Hipólito y Juan Carlos.
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